El golf y la mente (Cap. 3)

Lo que hay que mirar en el green son tres cosas: pendiente, velocidad y dirección del pelo. La única forma de saber cómo influye la pendiente es practicar y ver como quiebra la pelota en cada green. Hay que practicar en pendientes leves y pronunciadas, de izquierda a derecha y viceversa, pendiente arriba y pendiente abajo. Lo típico es leer una caída menor que la real y fallar por debajo porque no se toma en cuenta que al perder velocidad la pelota cae más.

Es necesario dar más importancia a la caída cerca del hoyo que es dónde la pelota ha perdido velocidad. Además, fallar por arriba siempre da más chances de que la pelota entre porque tiene más superficie del agujero, que si viene por debajo.

La velocidad

Es materia de práctica y será muy difícil cambiar, si uno está acostumbrado a greens lentos y se encuentra en uno rápido y viceversa. Por eso, lo mejor que puede hacer en estos casos es dedicar todo el tiempo previo al juego a practicar el green obviando el driving range.

La dirección del pelo

Tiene influencia no solo en la velocidad si se juega a favor o en contra, sino también en la caída si se juega a través. La dirección generalmente es la misma que la de la pendiente hacia donde escurre el agua en el green, aunque el pasto bermuda también crece en dirección de la puesta de sol. El color es una buena guía para determinar la dirección del pelo. Mirando a favor del pelo el color es más claro y suave que mirando en la dirección de contrapelo dónde es más oscuro y grueso

Los Yips

Los yips son los putts, esencialmente cortos, que se fallan inexplicablemente. Hay muchas teorías para explicarlos que en general giran alrededor de la presión psicológica propia de la situación, especialmente en momentos de definición.

La más aceptada, porque su prevención es la mejor cura, es que la ansiedad hace que se mueva la cabeza justo antes del golpe y esto altera la posición de los hombros causando el yerro. La cura es simple – hay que mantener la cabeza y los ojos quietos. ¿Cómo se hace?

Recordemos la sugerencia de reponer la pelota frente a la marca posicionando el número hacia atrás, donde se desea hacer contacto. Hacer esto y simplemente mirar este punto y mantener la vista fija en ese lugar como si fuera un clavo que se quiere introducir. El martillo es la hoja del putter. No hay que mirar la pelota en general, sino el número y mantener la hoja del putter escuadrada con la dirección del objetivo. No hay que preocuparse donde irá la pelota, solo mirar el martillo clavando el clavo en el número. Si se mantienen quietos los ojos todo lo demás estará quieto y de pronto se estará embocando sin problemas y recuperando la confianza.

La esencia del Putting

Con todo el conocimiento que se ha expresado hasta aquí, aún estamos enfrentados al acto más importante del golf. Se tiene el grip, el set-up, el golpe y la rutina. Se ha leído el green y se tiene una buena idea de la caída. Ahora hay que efectuar el putt.

Aquí es dónde uno debe permitir que los sentidos manejen la situación, dónde uno debe ceder a la sensación y pensamientos positivos. La esencia del putting, como de cualquier otro golpe en golf, en un juego exitoso, en otro deporte, o cualquier éxito en la vida, es que uno crea que puede hacerlo y no interponerse en el camino uno mismo.

No interponerse en el camino uno mismo. ¿Qué significa esto? Esencialmente no interferir con el proceso natural que se ha incorporado a través de práctica y experiencia. Visualizar y sentir lo que se debe hacer; no permitir la intromisión de pensamientos negativos; ir adelante confiando en que se logrará el objetivo.

Visualización y pensamientos positivos

Lo primero que se debe hacer es ver la línea. En este punto uno ya sabe todo sobre caída, velocidad, dirección del pelo. Ahora hay que relajarse y dejar que trabaje el proceso de visualización. Literalmente, tratar de ver la línea del putt e imaginar la pelota rodando e introduciéndose en el hoyo. Siempre debes ver la pelota entrando en el hoyo.

Se puede lograr que la pelota se introduzca en el hoyo con un pensamiento positivo, tanto como que no lo haga, con un pensamiento negativo.
Raramente se embocará un putt cuando uno no piensa que lo hará, cuando uno no confía en la línea o en la mecánica, cuando uno tiene una actitud negativa. No hay que estar preocupándose del tipo de golpe que se hará. Esas preocupaciones son negativas e invariablemente causan el yerro. Si uno busca maneras de fallar el putt, seguramente encontrará alguna.

Por supuesto, toda esta disciplina no se consigue con la simple lectura sino a través de mucha práctica, trabajo y experiencia competitiva, pero todos tenemos algo y lo más importante es que cada día podemos agregar algo más. Entonces ¡a intentarlo! (después de todo lo peor que puede pasar es errar el putt).

Chipping

Para jugar bien el chip lo mejor es pensar que este es simplemente un putt con un palo con levante (loft), que permite que la pelota vuele el primer tramo sacando de juego irregularidades o rough y con una gran porción de rodado posterior. Por todo lo demás, se debe jugar con los mismos principios indicados en el putting.

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